Debe haber algo adelante.

Cansado de esperar la primavera. Cansado de levantar los ojos al sol y quemarme las retinas. Una y otra vez. Y otra vez. Como una mosca contra un dulce y duro cristal. El cielo debe estar adelante, pero nadie lo sabe con certeza. Esas nubes bien pueden ser un millón de tormentas en el futuro. Elijo buscar una ventana abierta y cierta que me lleve al amanecer verdadero. Una vez que recupere mis alas. Una vez que sepa volar con un rumbo cierto sin divagar en círculos.

Isa.

Recuerda que durante el invierno las semillas duermen debajo de la tierra. Confía en tu propio proceso y espera las señales de la primavera.

Hace muchos años.

Recuerdo haber sido feliz. Un día me levanté en medio del olor del desayuno y las hermosas piernas de la mujer que amaba. El cielo y la luz a media luz de la mañana sonreían como un amigo querido. Pieles y labios suaves y dispuestos. Una televisión en algún lado. El corazón fresco. El hogar. Las sábanas limpias. No hacía tanto calor, no llovía tanto como ahora. El mundo era un regalo. Maldita sea, el mundo era un regalo.

Je ne suis pas la Lumière.

No soy la luz. Soy un hombre hecho de barro enfermo, una cicatriz en cada omóplato. Pertenezco al caos, a la eterna y revuelta marea de la vida. Pertenezco a la caída libre y eterna. Perdónese la sinceridad, escúpaseme en la mitad en la vía si el público así lo gusta, pero esto (masa informe de una masa negra sin huesos) esto es lo que soy ahora.

Beware: Monster Inside.

El hombrelobo dentro del hombre pequeño y tierno hombre de familia. El hombrelobo meándose en las margaritas, desnudo, aullando descontrolado. El cielo sobre él llorando de vergüenza: ¿qué ha pasado contigo, hermano de la verdad?, ¿por qué destruyes el precioso centro de tu corazón? El hombrelobo no sabe, no piensa, no deja de masticar y escupir lo más amado. Es un monstruo sin centro del corazón. El hombrelobo hombretormenta hombreincompleto hombresinnombre no tiene ojos: es una bola de animal y navajas que arrasa con los hermosos regalos de dios. Es pelo y sangre y excremento. El hombrelobo no es hombre. Es sólo un pobre lobo.
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1979. Durango. Uno de los mayores exponentes de nada en especial. El jugador más importante en su entorno inmediato. Detractor acérrimo y amante ingenuo de la existencia.