Cuando escribir es como dormirse por estar aburrido.

Cuando no se tiene nada que decir, cuando la literatura no es más que una y la misma historia, una y otra vez, cuando la conciencia se expande con el tiempo y se llena de tinta china, cuando no te amo, cuando no amo a nadie, cuando no mi reflejo no sostiene la vela que esparce su luz por toda la habitación.
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1979. Durango. Uno de los mayores exponentes de nada en especial. El jugador más importante en su entorno inmediato. Detractor acérrimo y amante ingenuo de la existencia.