Soy.

Soy éste. Es todo. Ni mejor ni peor que éste. Es todo. Ni el de mañana ni el mismo. Sólo yo y el sonido de mi respiración. Apaguen las luces que no necesito estar de pie en este momento. Sólo yo y el movimiento de las hojas con el viento. Es todo. No necesito afirmar ni negar nada. Espacio en blanco. No se tome a mal pero espacio en blanco. Sólo yo y yo conmigo.

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1979. Durango. Uno de los mayores exponentes de nada en especial. El jugador más importante en su entorno inmediato. Detractor acérrimo y amante ingenuo de la existencia.