Un tiempo para morir, un tiempo para cosechar.

¿Por dónde empiezo? Supongo que por la idea que me hizo comenzar. Hay un lugar y un tiempo para cada cosa. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, dije sabiamente hace algún tiempo. Creo que lo quiero es justificar este espacio, darle su razón de ser, establecerlo como una simple palangana llena de bilis y mocos y sangre y pelos rojos. Algo mío, algo que me sale así, solo, sin pensar en su dignidad como texto literario (asunto que, quién sabe por qué, me ha venido partiendo las bolas desde que empecé a escribir. A lo mejor el de la bronca soy yo. El que no sabe quitarle a los textos su intención de encontrar un lugar digno en la perrera mundial de las letras, soy yo) o su originalidad o valor propositivo.
Es decir, mi estimado y fantasmagórico imaginado lector, que usted no debiera buscar calidad en este blog, ni temas interesantes, ni discos, ni imágenes, ni fotos de mi familia celebrando los quince años de Chuchita la Bolseadora; que esto es, descaradamente, mi descarada mente, y punto.
Porque, vamos admitiéndolo, esto de los blogs es una necesidad básica: responde a la urgencia de hablar, de ex-presar:la famosa catarsis, y, bueno, consígase un diario, me diría el aburrido lector (que ha llegado aquí después de gastarse horas y ya no saber que buscar); pero esta necesidad necesita necesariamente un par de ojos que decodifiquen, o sea, es algo así como un reflejo comunicativo, aún sin tener nada que decir más allá de nosotros mismos y nuestras stupid little lifes, aún cuando sólo sea para, como dije, postear fotos de la familia, y discos y bla bla. Es lo mismo que nos hace grafitear, escribir poemas en las paredes del baño del Scratch, pegar nuestro chicle en un árbol y abrir My Spaces varios.
Alguna vez el lenguaje tuvo un uso útil; alguna vez las letras sirivieron para motivos verdaderamente importantes, pero ya no más (admitamos esto también) y lo reto a que encuentre usted en cualquier forma de uso del lenguaje (cualquiera) algo más que un reflejo de nosotros, algo más que una caricaturización, más o menos seria, de nuestros miedos, esperanzas, preguntas, juicios.
En fin, como dije, no me disculpo por este blog. Hay días en que no me soporto la voz, y supongo que esta página es para hablar todo lo que pueda y solucionar dicho problema.
"Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio no lo vayas a decir."

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1979. Durango. Uno de los mayores exponentes de nada en especial. El jugador más importante en su entorno inmediato. Detractor acérrimo y amante ingenuo de la existencia.